La veintena de muertos o desaparecidos y los 50 heridos sufridos por EEUU el domingo, en medio de intensos combates con tropas iraquís, no hicieron pestañear al comandante en jefe de las fuerzas estadounidenses, general Tommy Franks, quien ayer aseguró que esos choques "no fueron inesperados". El general aseguró que sus tropas están haciendo "progresos rápidos y en algunos casos espectaculares", y también dio cuenta de que las primeras jornadas de ofensiva han disminuido la capacidad de mando de Sadam Husein, ahora "mucho menos robusta que hace cinco días".

Franks explicó que, en su avance, las tropas anglo-estadounidenses han dejado deliberadamente a un lado a los Fedayines, los kamikazes iraquís, a los que tendrán que neutralizar en los próximos días. El general se esforzó en calificar de "esporádica" a la resistencia iraquí.

Además de haber capturado ya a 3.000 soldados iraquís, Franks aseguró que la élite del Ejército de Sadam, la Guardia Republicana, ha sido alcanzada por los bombardeos y volverá a ser blanco de ataques.

ARMAS DE DESTRUCCION

Tal cercanía aumentará también el peligro de que las tropas de Sadam empleen armas de destrucción masiva, advirtió el general Franks.

El primer ministro británico, Tony Blair, dijo ayer que las tropas aliadas están ya en Karbala, a 96 kilómetros de la capital, y que el "momento crucial" está a punto de llegar. Blair se refiere al instante en que los aliados se vean las caras con la división Medina de la Guardia Republicana de Sadam, la mejor preparada.