"Miguel, tus fans están aquí y a montones", gritaba tras las vallas una enfervorizada admiradora a Bosé. El cantante fue el último en pasear palmito por el fotocol y su presencia revolucionó a las cientos de personas que se agolpaban desde hacía más de dos horas tras las vallas a la entrada del Palacio de Congresos. Otros se animaban a cantar Bandido y Bosé respondía al cariño del público con una gran sonrisa, lanzando besos y firmando algunos autógrafos.

El fue el más aclamado y fotografiado de los artistas que asistieron a la entrega de los Premios de la Música, aunque hubo fans para casi todos. El público cantó para Nena Daconte, a Jorge Drexler --que acudió a la gala a pesar de que hoy tiene un concierto en Francia-- no pararon de gritarle "guapo, guapo", los chicos de The Pinker Tones se retrataron con muchos de sus admiradores y Peret y Carmen Linares fueron los que más autógrafos repartieron. La presentadora de la gala, Alaska, salió a saludar enfundada en un ajustado traje negro y fue una de las que más aplausos se llevó.

Los artistas iban llegando poco a poco. A veces fue demasiado lento, pero aunque parecía que el tiempo se echaba encima todo empezó a su hora. Los componentes de Vetusta Morla, grupo revelación de estos premios, no paraban de sonreir; una divertida Diana Navarro se prestó al juego de algún reportero; Carmen París puso la nota de color con su atuendo y también hicieron parada ante los fotógrafos el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el director de la Academia de la Música, Teddy Bautista. Fueron muchos, pero hubo ausencias destacadas. ¿Dónde está Amaral? ¿y Pitingo?. La primera entró directamente al palacio de congresos y el segundo, ya dijo que no asistiría.