Extremadura ha perdido más de 3.000 habitantes en los primeros seis meses del año. Los nacimientos siguen marcando mínimos históricos (3.818 entre enero y junio) mientras que los fallecimientos no paran de incrementarse (6.153 en el mismo periodo). Los datos migratorios no son muchos más esperanzadores y, aunque en el primer semestre de este año se ha notado una cierta mejoría, el saldo migratorio total sigue en negativo (-831), es decir, se van más de los que llegan. Entre enero y junio pasados se han venido a vivir a la región más de 5.300 personas pero se han marchado 6.200 personas: 5.127 a otras comunidades y 1.076 a otros países.

El panorama demográfico de Extremadura no es ninguna novedad, pero el paso del tiempo parece que no hace más que acrecentar un problema que preocupa especialmente en las zonas rurales. Lejos de poder solventar este problema a través de la natalidad, las comunidades han puesto el foco en las migraciones como el principal elemento para afrontar el declive demográfico. Y Extremadura no se ha quedado atrás. Desde el gobierno regional llevan tiempo centrados en un objetivo: ser capaz de recuperar parte de aquellos viejos y también nuevos emigrantes que salieron un día de la tierra en busca de trabajo y oportunidades.

El reto no es sencillo pero el potencial es mucho: más de 586.000 extremeños viven fuera de la comunidad, 31.220 de ellos en otros países. Y el fin es atraer de nuevo a Extremadura, al menos, a algunos de ellos. Para ello la Junta, a través de varias de sus direcciones generales, está impulsando en los últimos años un conjunto de ayudas para facilitar el retorno con itinerarios personalizados para cada perfil. Hace años ya que se concede una cuantía económica destinada a aliviar los gastos que puede ocasionar el traslado a la comunidad, una ayuda de entre 1.500 y 2.900 euros (en función de la renta familiar) que cada vez despierta más interés: en la última convocatoria se ha duplicado el número de solicitantes, pasando de los 65 en 2017 a los 129 de este año (aunque solo se han concedido 33 por un importe total de 54.400 euros).

NUEVOS INCENTIVOS / Este dinero es compatible con otras ayudas que se incluyen en los planes de empleo y del autónomo de Extremadura (para favorecer la contratación indefinida de los emigrantes o incluir una diferenciación positiva para nuevos autónomos retornados), y también con las dos convocatorias específicas que se han puesto en marcha este año por primera vez y que están destinadas a recuperar y atraer sobre todo al talento. Una de esas nuevas ayudas es una beca de 5.600 euros para desempleados que lleven al menos dos años fuera de la comunidad y quieran regresar (o hayan retornado recientemente) para montar una empresa en Extremadura. Para este fin, la Junta ha dispuesto este año 285.000 euros que no se agotarán porque el número de solicitantes ha sido menor del inicialmente previsto: 24 personas, según los datos de la Consejería de Economía. La ayuda consiste en una beca económica para desarrollar un proyecto empresarial durante un periodo máximo de ocho meses tras los cuales debe fructificar una nueva empresa en la región. Los beneficiarios dispondrán también de formación, un plan de empresa con el asesoramiento de personal de los Puntos de Activación Empresarial y de la ayuda de un mentor de la Red de Mentores de Extremadura.

La segunda convocatoria novedosa impulsada por la administración está destinada a científicos e investigadores. «Con este programa se persigue aumentar el talento dedicado a I+D+i, tanto en el sector público como en el privado, generando un entorno atractivo para estimular vocaciones científicas e impulsando la actualización y perfeccionamiento del personal investigador y tecnólogo para favorecer su incorporación al tejido empresarial extremeño», explican desde la administración. En total se han convocado 20 ayudas de este tipo en diferentes campos de la investigación que consisten en contratos de trabajo de una duración de cuatro años en la universidad extremeña, en algún centro público o privado de I+D o alguna fundación pública. La administración aún no ha facilitado los datos de solicitantes, pero tendrán opciones quienes cumplan los requisitos: ser doctor, tener experiencia de al menos 5 años en investigación y haber realizado alguna estancia financiada durante un mínimo de 22 de meses.

CONECTAR A LOS EMIGRANTES / Pero más allá de la ayuda económica para regresar a la región con o sin trabajo bajo el brazo, los planes de la Dirección General de Acción Exterior pasan también por fomentar la comunicación entre aquellos que viven lejos de la región y la proyección de la comunidad a través de ellos. «Queremos conectar el talento, facilitar la puesta en marcha de proyectos y colaboraciones con las instituciones, organismos y empresas de la región y apoyar las iniciativas en las que participen los extremeños en el exterior». Para ello, dentro de esta estrategia se ha puesto en marcha la plataforma ‘Extremadura en el mundo’, a través de la cual se pretenden canalizar todas las acciones realizadas para facilitar e incentivar el retorno y la conexión con los extremeños en el exterior.

El objetivo final es que los casi 600.000 extremeños que viven fuera «se sientan parte activa de la región, acompañándoles en sus proyectos o en sus iniciativas de retorno» al mismo tiempo que «ayuden a consolidar y proyectar en sus países y regiones de acogida una Extremadura abierta y actual», se explica en la plataforma.

A todo ello contribuirá la celebración del primer Congreso Mundial de la Ciudadanía Extremeña en el Exterior, que se desarrollará en Mérida el próximo 21 y 22 de diciembre y será inaugurado por un reconocido extremeño: el astronauta y excomandante de la Estación Espacial Internacional Miguel López-Alegría. «Este evento servirá para definir la nueva relación que queremos mantener con los extremeños en el exterior y perfilar las líneas maestras de la futura política de emigración de Extremadura hasta el año 2030».

«Se pretende conectar no solo con la emigración eminentemente económica de los años 50-80, sino restablecer las conexiones con las segundas y terceras generaciones de esta emigración, así como los que en los últimos años han abandonado la región por motivos personales, profesionales o de movilidad. Personas que salieron de la comunidad debido a la crisis económica y que no tienen perspectivas de retornar en un futuro cercano, pero que quieren seguir conectados con su lugar de origen», indican.

En la actualidad, más de 586.000 personas que han nacido en Extremadura viven lejos de la tierra. El 94% de ellos residen en otras comunidades españolas, mayoritariamente en Madrid, Cataluña, Andalucía y País Vasco, mientras que casi el otro 6% vive en el extranjero: Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos y Argentina son los principales destinos. Y probablamente, muchos de ellos se han planteado alguna vez: ¿Y si volvemos a casa?