Nada impide que José Luis Rodríguez Zapatero termine el mes de abril como presidente del Gobierno. Jesús Caldera, encargado de sondear al resto del grupos parlamentarios sobre su disponibilidad a apoyar al candidato del PSOE, ha constatado que no hay ninguna dificultad para celebrar la sesión de investidura en la última quincena de abril, una vez superadas las consultas del Rey con los portavoces parlamentarios.

De hecho, Zapatero tiene perfilado ya su discurso, que pilotará sobre los tres ejes que serán después las principales áreas de trabajo de su Gobierno. La economía, el nuevo rumbo de la política exterior y las mejoras sociales centrarán la intervención del líder del PSOE.

Lejos de buscar un efecto sorpresa, Zapatero ha dado instrucciones a Caldera para que explique a los representantes de los grupos parlamentarios las líneas maestras de su discurso. Zapatero quiere además que Caldera recabe las opiniones de esos grupos sobre el programa socialista que piensa aplicar con un Gobierno monocolor, pero que tendrá "el diálogo" como su fórmula habitual de toma de decisiones.

Caldera está explicando a los portavoces que Zapatero quiere recuperar los consensos en política antiterrorista y exterior que regían con Felipe González, y que se fueron deteriorando bajo los gobiernos de Aznar. Los grupos consultados --todos menos el PP-- muestran su pleno respaldo a las tesis que defiende Zapatero en esas materias. El líder del PSOE reiteró ayer que el Rey tendrá un papel relevante, ya que es "el mejor embajador de España en el mundo".

ECONOMIA Sobre la política económica, el aspirante a presidente explicó que no pretende "poner las cosas patas arriba". Pero sí anunciará ante la Cámara la reforma fiscal que aplicará en el 2005. También hablará de las agencias tributarias autonómicas, que tanta polémica suscitaron durante la precampaña, para explicar que podrán tenerlas las autonomías que lo deseen porque "no rompen el principio de solidaridad" y sólo suponen "un cambio administrativo". Por último, dejará patente que no intervendrá en las empresas privatizadas por el PP.

Las mejoras de las políticas sociales ocuparán buena parte de su intervención en la Cámara Baja, habida cuenta de que suponen un alto porcentaje del programa electoral del PSOE. Zapatero detallará en el Congreso el plan de choque de la vivienda, para el que ya ha anunciado que habrá un Ministerio, y los planes de recuperación de la escuela y la sanidad públicas.