Los duros ajustes iniciados el 12 de mayo del 2009 para afrontar la crisis seguirán, pero José Luis Rodríguez Zapatero ya no está solo para ejecutarlos. El gran pacto social ratificado ayer por los sindicatos y la patronal, y que hoy rubricarán en un solemne acto en la Moncloa, garantiza al presidente del Gobierno la paz social en el tramo más decisivo de la legislatura, facilita el fin de su aislamiento político y contribuye --ya lo hizo ayer-- a calmar a los mercados. Un cambio del clima social que miembros del PSOE confían repercuta también en la recuperación del agotado crédito de la marca socialista.

El Gobierno está convencido de que el nuevo escenario no solo da aire a Zapatero para agotar la legislatura, sino que incluso le permitirá recuperar la iniciativa política. "El pacto con los sindicatos recompone el hilo del discurso social. El argumento de que las reformas, aunque duras, son necesarias para reforzar el Estado del bienestar, hará que nuestro proyecto socialdemócrata será más creíble", decía ayer un barón socialista, satisfecho con las perspectivas que se abren ante la cita electoral de mayo.

POCAS ENMIENDAS Zapatero espera que la firma de patronal y sindicatos arrastre a todos los partidos. La negociación política empezará a partir de mañana con la reforma de las pensiones, pero los partidos dispondrán de escaso margen para introducir cambios. No habrá una oferta del Gobierno para negociar globalmente el pacto social. La búsqueda de apoyos se recabará en el trámite parlamentario de cada proyecto de ley o decreto.

La mayoría de partidos "ya se han apresurado a sumarse a la foto", describía ayer un miembro del Gobierno. Hasta Izquierda Unida, la única que se desmarcó del acuerdo de pensiones, matizó ayer su discurso. El PP ya ha decidido apoyar esta reforma y estudiará el resto de acuerdos "con voluntad positiva". Hará compatible, sin embargo, esta actitud con duras críticas al Gobierno por haber llevado al país a la situación en la que los recortes son inevitables.

El clima de consenso ya ha tenido su reflejo en los mercados. La prima de riesgo de la deuda española se situó en 200 puntos básicos, muy lejos de los 300 a los que había llegado hace dos meses. El Ibex 35 cerró también en positivo (1,50%). Y la agencia Standard & Poor´s confirmó la nota de solvencia de España a largo y a corto plazo, "por las reformas estructurales y la consolidación presupuestaria".

¿Modificará Zapatero sus planes de futuro, sean los que sean, si el nuevo clima se refleja en las encuestas? Los socialistas convencidos de que su líder ha decidido no repetir en el 2012 --que son mayoría-- creen que nada le hará cambiar de parecer. La nueva situación le permitiría agotar la legislatura y traspasar a su sucesor una herencia manejable. Los que se mantienen en la duda, sí están convencidos de una cosa: si Zapatero optara por quedarse, nadie alzaría la voz en el partido para oponerse.

La prueba de que Zapatero pretende seguir ejerciendo el liderazgo hasta el último minuto ha sido su papel en las negociaciones. No solo ha contribuido a superar los desacuerdos con dos larguísimas cenas en la Moncloa, sino que se ha reservado para hoy el mayor protagonismo. Tras la solemne firma, tomarán la palabra los secretarios generales de Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y, como colofón final, pronunciará su discurso el presidente del Gobierno.

Después que los órganos de gobierno de UGT y CCOO aprobaran con más del 90% de los votos el texto pactado, Méndez y Toxo llamaron a todos los grupos políticos a sumarse al mismo. Consciente de que el acuerdo se puede convertir en un "balón de oxígeno" para José Luis Rodríguez Zapatero, Méndez afirmó que lo importante es que se ha logrado un acuerdo "conveniente" para los trabajadores. "No sé si este Gobierno está ya para muchos balones de oxígeno. Nosotros hemos dado un balón de oxígeno a la ciudadanía", añadió Toxo, informa Rosa Sánchez.

Sindicatos y patronal se sentarán mañana junto a Zapatero con Europa, encarnada en la cancillera alemana, Angela Merkel. El Ejecutivo ha decidido que sean los agentes sociales los que expliquen a Merkel que las reformas exigidas por Europa son asumidas por toda la sociedad. A finales de marzo, Merkel dará su aprobación a la reforma del fondo de rescate europeo, cuyo objetivo es blindar el euro y, con él, a la economía española de los vaivenes del mercado.