Buena parte de los miembros de la familia real británica temen que el príncipe Enrique, de 20 años, hijo menor de la desaparecida princesa Diana de Gales y el príncipe Carlos, pueda dejar la carrera militar recién iniciada para irse a vivir con su novia, Chelsy Davy, una vez que acceda a la parte de la cuantiosa fortuna que le dejó su bisabuela, la reina madre. El joven, que se ha caracterizado por dar constantes dolores de cabeza a sus mayores por sus flirteos con el alcohol, las drogas y las fiestas, recibirá, con motivo de su cumpleaños el 15 de septiembre, la mitad de un legado de más de 7 millones de euros de su bisabuela, y podrá disponer de él sin rendir cuentas a nadie.

Según el dominical Sunday Express, algunos amigos del príncipe, que estudia en la academia militar de Sandhurst, dicen que Enrique piensa utilizar parte del dinero para montar la casa en la que vivirá un día con su amiga Chelsy. Esa posibilidad horroriza a la reina Isabel II y a otros miembros de su familia, especialmente por los lazos comerciales que mantiene el padre de la muchacha con el régimen despótico de Robert Mugabe en Zimbabue.

La fortuna personal de Enrique se estima, según el periódico, en más de 40 millones de euros, ya que heredó parte de la fortuna de Diana y de su abuela, Isabel II, que le hizo un generoso regalo para compensarle el hecho de que no será él sino su hermano Guillermo quien herede un día el trono.

El diario añade que el príncipe Carlos ha metido dinero en un fondo fiduciario a favor de sus dos hijos, cifra que puede rondar los 15 millones de euros. Sin embargo, al príncipe de Gales le preocupa que el hecho de tener tanto dinero a su disposición acabe desviando a Enrique del camino recto.

Otros personajes que conocen al príncipe Enrique temen que, una vez empiece a disponer de su fortuna, caiga bajo la influencia de un grupo de jóvenes ricos y ociosos surafricanos con los que ha trabado amistad en Suráfrica, donde estudia su novia, y decida abandonar la carrera militar.

Es la magia de la moda. Cuando llega la crisis de la vuelta al trabajo, los diseñadores airean sus colecciones para la próxima época estival para recordarnos que habrá más veranos. Desde hoy hasta el jueves, 27 diseñadores subirán a la pasarela Cibeles de Madrid sus propuestas para la primavera-verano del 2006. Una cita que comienza con el mar como protagonista en el desfile de Francis Montesinos Azules, verdes, rojos, naranjas y lilas harán un hueco a estampados marinos para rendir tributo al Mediterráneo. Angel Schlesser, Agatha Ruiz de la Prada --que presentará un chándal-traje para hombre--, Elio Berhanyer, Debota & Lomba y Javier Larraínzar expondrán también sus colecciones.

Tiene 38 años y, aunque sus enemigos la critiquen por algunos retoques que en nada han alterado la materia prima, Pamela Anderson, la exvigilante de la playa cuya presencia valía por toda la serie, todavía rebosa méritos y contundencia como para ser la portada con páginas complementarias en el interior, en el número de Interviú que hoy sale a la venta. El original fotógrafo David LaChapelle, habitual de las estrellas, firma la sesión con el mayor y más fotografiado mito erótico de las últimas décadas.