A principios de los años 40 se creó el barrio de los Rosales de Sant Quirze del Vallés en la provincia de Barcelona, por emigrantes que en su mayoría provenían de Extremadura, Andalucía y Murcia, aunque el gran auge llegó en los años 50. En 1962 tenía una población aproximada de 600 habitantes que representaba el 20 de la población de la localidad, formada por gente de condición humilde que dedicaba su tiempo mayoritariamente al trabajo, y los festivos a construirse sus casas. Entonces reinaba el compañerismo y la hermandad entre todos, teniendo a Santa Rosa como patrona del barrio.

La noche del 25 de septiembre de 1962 el barrio quedó desmembrado como consecuencia de unas graves inundaciones en las que perecieron 15 personas de la barriada, perdiendo sus viviendas y enseres 115 familias de las 152 que formaban el barrio. Muchas de estas personas tuvieron que volver a sus localidades de origen; otras lo fueron haciendo en años sucesivos y el resto quedó diseminado por los pueblos el entorno, perdiendo el contacto con sus vecinos de siempre.

Por ello, la Asociación de Vecinos de los Rosales ha intentado reagrupar de nuevos a aquellas personas en una fiesta que tendrá lugar hoy, 4 de mayo, en una jornada de convivencia, que es todo un reencuentro.

Los asistentes tendrán una misa de campaña presidida por Joaquín Messeguer, rector de S.Q. V. y concelebrada por el jesuita Eugeni Salvat. Posteriormente habrá una exposición fotográfica y la degustación de butifarra y pan con tomate. Finalmente se procederá a la entrega de galardones a los homenajeados.