Escritor y novelista nacido en Alburquerque en 1948 en el seno de una familia campesina que emigró a Madrid en 1960. tuvo que trabajar en diversos oficios para costearse los estudios de bachillerato y universitarios: guitarrista flamenco, acomodador, linier y oteador entre otros. Se licenció en la Universidad de madrid en Filología Hispánica. Es un escritor tardío, ya que no publicó su primera novela Juegos de la edad tardía (Tusquets, 1989) hasta los 41 años. La didáctica es otra de sus pasiones y ha sido profesor de Lengua y Literatura españolas en un instituto de enseñanza media de Madrid y en la Escuela de Arte Dramático, también de Madrid.

Dentro del panorama de la literatura española actual, Luis Landero ocupa un lugar destacado. Sus libros se han comparado con la obra cervantina, por su estructura tradicional, en una época en la que parece que todo debe ser experimentación o ligereza, por el lenguaje elaborado, por la ironía y cariño con que analiza las fantasías, anhelos e ideales de la gente de su generación, una mayoría gris y silenciosa a la que se exige el triunfo mundano.

Por el empeño de su editora Beatriz de Moura, publicó Juegos de la edad tardía que, al año siguiente, no sólo recibió el Premio Nacional de Literatura y el Premio de la Crítica, sino que, convertida ya en obra de referencia y de culto, siguió entusiasmando a miles de lectores tanto en su país como en el extranjero, donde ha sido traducida a nueve idiomas. Después siguieron las novelas Caballeros e fortuna , Mágico aprendiz , Entre líneas y El guitarrista .

Landero es probablemente uno de los grandes escritores en lengua castellana de las últimas décadas. Uno de los mejores narradores que tenemos en España que consigue hacer que el lector disfrute con el entramado de sus argumentos. Reconocido en su tierra, en el año 2000 fue Premio Extremadura a la Creación en el apartado de literatura. Es escritor habitual del diario El País, y su especialidad son los artículos de fondo sobre temas actuales.

Pero a pesar de todo, Landero es un hombre muy accesible, amigo de sus amigos. En Alburquerque, donde mantiene una estrecha relación y pasa habitualmente las vacaciones de Semana Santa, se le tiene en gran estima. Cada año aprovecha la entrega del premio de narraciones breves que lleva su nombre.