Nunca debió sentirse tan famoso. ´Triqui´ Beltrán jamás pudo imaginar que tendría tantos periodistas apostados a la puerta de su hotel, como si hubiera dejado el ciclismo y aceptado una oferta del Barça o el Madrid. Pero no. Los fotógrafos y los cámaras querían captar la expresión del rostro del hombre que había dado positivo en el Tour. Ninguno conocía su cara, a lo sumo se le recordaba por asistir a Armstrong en sus ataques.

Sucedió la noche del viernes. Beltrán salió por la puerta de atrás del hotel... y del Tour. No fue esposado, pero durmió en comisaría junto a unas recetas médicas que se tomaron en su cuarto y que ya forman parte del sumario abierto. Un masajista del Liquigas, todavía su equipo, a falta de que el contraanálisis confirme el positivo por EPO para ser despedido, le acompañó al aeropuerto de Toulouse. Beltrán, así lo dijo a su entorno, se fue asegurando su inocencia --raro habría sido lo contrario-- y creyendo que es una conspiración francesa contra Armstrong, a quien sirvió en tres Tours.

Sin embargo, la llamada conspiración estaba ayer más por echar tierra al asunto. L´Equipe, el mismo diario que acusó a Armstrong de haberse dopado en 1999, prefirió no hacer ninguna mención en portada al positivo de Beltrán y dedicarle honores a Luis León Sánchez.

LA REACCION Patrice Clerc cifraba la infracción como un caso aislado, según el máximo responsable del Tour. "En ciclismo se hacen controles, como en todos los deportes, y como en todos los deportes siempre aparece un tramposo. En esta ocasión, por mis informaciones, se trata de un caso aislado".

¿Caso aislado? Esta era la pregunta del millón. ¿Cómo están los glóbulos rojos de los participantes? Es L´Equipe, enseguida, el que aclara que todo está bajo control y con valores similares al de la población en general. Le Monde, muy perspicaz siempre en los temas de dopaje, se apresta a asegurar que 10 ciclistas están bajo la lupa de los controladores de sangre y orina. L´Equipe rebaja la lista a cinco, como mucho. Y, pronto, nombra a un favorito --mal andamos--.

¿Qué pasa con Riccò, el chico de los glóbulos rojos altos? Pues que le han hecho muchas pruebas, según el equipo Saunier, y todas confluyen en que su hematocrito está mas elevado de lo normal por causas naturales, que todos los análisis están en poder de la UCI, pero que como la federación anda divorciada con el Tour y los controles los hacen los propios franceses, ellos no disponen de documentación alguna. Y a todo esto, deportivamente, el británico Mark Cavendish ganó al sprint la octava etapa. Qué cosas.