Entre el 16 y 21 de marzo se celebró en Estambul el V Foro Mundial del Agua bajo la dirección del Consejo Mundial del Agua, en principio con el objetivo de definir una política sobre la gestión del agua a nivel mundial. Dicho foro reunió a políticos, representantes de ONG y empresas. No obstante, aparecieron protestas y voces discordantes frente a dicha reunión, ya que algunas organizaciones consideran inaceptable la presencia de intereses privados en la toma de decisiones sobre la estrategia para la gestión del agua a nivel mundial. Asimismo el resultado de este encuentro no logró satisfacer la petición de algunas naciones que reclamaban el reconocimiento del acceso al agua como un derecho humano por parte de todos los países.Es evidente que, a raíz de los últimos datos referidos a agua y saneamiento y recogidos en el informe de la ONU sobre el estado de la consecución de los Objetivos del Milenio en el año 2008, se debe exigir una actuación inmediata: casi 2800 millones de personas viven con alguna forma de escasez de agua y 1200 millones con escasez física de agua unos 2500 millones de seres humanos viven aún sin saneamiento de agua, provocando dicha carencia y el agua sucia la segunda causa de mortalidad infantil en el planeta millones de mujeres emplean varias horas del día para acceder al agua, así como muchos niños se ven privados de ir a la escuela por tener que encargarse de buscar agua.Volviendo a la cuestión de a qué estamentos concierne la gestión del agua, al ser el acceso al agua un derecho básico y universal, reconocido por la ONU Observación General 15, año 2002 como requisito previo para el cumplimiento de los Derechos Humanos, lo razonable es que el agua no sea considerada un producto de mercado ni un bien económico con el que especular u obtener beneficios. Se necesita que todos los países reconozcan el derecho humano al agua y saneamiento, junto a una cooperación enfocada a dotar de recursos para alcanzar el acceso al agua a los países que lo necesiten. Dicho esto, lo fundamental es defender la gestión de las reservas hídricas en el ámbito público y con el refrendo de un marco legislativo para el buen uso del agua tanto a nivel internacional como dentro de cada país. El primer paso a dar por los países debería ser un mayor gasto para resolver el acceso universal al agua: los apenas 5000 millones de dólares invertidos en la actualidad están muy lejos de los 30000 millones estimados como necesarios en la ayuda para solucionar el problema del agua a nivel mundial. Importante es también establecer zonas prioritarias de actuación dentro de los países en vías de desarrollo, estas zonas son las del mundo rural, que requieren una protección y aprovechamiento sostenible junto al desarrollo de la autogestión de sus recursos hídricos.La ONG Ingeniería Sin Fronteras ha comprobado, a través de sus programas hidrosanitarios en Tanzania y Mozambique, que la solución del problema del acceso al agua redunda ostensiblemente en la mejora del nivel de vida de la población. Este ejemplo permite poner de relieve que para favorecer las condiciones de vida de la población y la erradicación de la pobreza a nivel mundial, el acceso al agua potable de todos los seres humanos sigue siendo un requisito fundamental, con lo que conviene tener presente la trascendencia del reto para el futuro de la humanidad.(*) El autor es voluntario de Ingeniería Sin Fronteras Asociación para el Desarrollo en Extremadura.