Ya ha pasado un mes desde aquella fatídica tarde del 25 de julio, cuando la carretera nos arrebató para siempre a nuestro amigo Ángel, dejando en su mujer, hijos, familia y amigos una sensación de vacío, angustia y desconsuelo difícil de superar.

Con sucesos como este nos planteamos tantas preguntas sin respuesta que sólo queda la opción de animar en lo posible a los que aquí quedamos con el recuerdo siempre cariñoso de ese hombre bueno, trabajador y ejemplar.Descanse en paz, Ángel.