Anoche, en una cadena de TV, en una entrevista que hicieron a un representante de ERC, partido de la región catalana, hubo un pequeño rifirrafe, que está mal llamado, ya que lo que hubo fué un soberano baño de historia por el conocido empresario Mario Conde.

Fue tal el baño que le dió, que al que se lo contaba se le veía en la cara que estaba más perdido que Carracuca. Parecía que eso no iba con él, y, según parece, "el oyente" es historiador.

Pues fue tal el baño que el líquido no se le secará en mucho tiempo. A ver si los que están estigmatizados por la independencia, toman buena nota y se portan como es debido.

¿Me entienden los políticos de allí? Porque los que le siguen, pobrecitos, están obnubilados con las promesas de estos gerifaltes.