CARTA DE UN EMPLEADO DE VIAJES MARSANSUna década es lo que llevo trabajando por y para la agencia de viajes pionera en España que este año debería soplar las 100 velas en su tarta de aniversario, y me hubiera gustado poder celebrarlo como es debido con todos mis compañeros, los que están y los que se fueron, pues de los mas de 4.000 empleados que éramos el pasado mes de marzo no llegamos a los 2.000 a día de hoy. Y digo a día de hoy porque nuestros antiguos propietarios, Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, y Gonzalo Pascual, me abstengo de incluir calificativos, mi educación no me lo permite, nos han vendido a unos señores cuyo principal objetivo para buscar la viabilidad del grupo turístico es recortar en mas de un 60% la plantilla.Pero todo esto ya se sabe por prensa y televisión, lo que no se sabe es que los que damos la cara en las oficinas tenemos nuevas labores impuestas por la nueva situación, si antes nos dedicábamos a ofrecer ocio, vacaciones para familias, novios, estudiantes, ancianos, viajes de empresa, y como finalidad la sonrisa y satisfacción de nuestros clientes, ahora a lo que nos dedicamos es a recibir reclamaciones, amenazas verbales y físicas, incomprensión,… y con el añadido de la postura de nuestros nuevos directivos en mantenernos en una total desinformación, con restricción total de ventas, el impago de nóminas, finiquitos e indemnizaciones, con la incertidumbre de un futuro laboral, minando nuestra integridad profesional y psíquica cada semana, día, hora, durante los últimos meses, en una lucha por aguantar a la espera de una solución respetable. Ahora me toca pedir a mí, y desde mi humilde posición como marioneta con los hilos enredados en este teatro en el que me obligan a representar el desconcierto de cada día, pido soluciones y el fin de un trato indigno al que nos estamos viendo sometidos, y se lo pido a nuestros directivos si les queda algo de humanidad, y se lo pido a los jueces, gobernantes y administradores que puedan estudiar nuestro caso y se lo pido a quien tenga voz para ayudarnos a deshacer el nudo que tenemos en la garganta.