Siempre resulta difícil, bajo mi punto de vista delimitar el concepto de familia y las funciones que esta debe desempeñar para con la sociedad. Lo que sí es cierto es que en los últimos años se ve latente un cambio bastante rápido de la unidad familiar tanto en su apariencia como en su forma.Las familias tienen cada vez menos en cuenta una escala axiológica para con la educación de sus hijos, por lo tanto y desde el punto de vista de un futuro docente esto resulta preocupante ya que parece ser que en los últimos tiempos los valores tradicionales y emergentes de la sociedad se han limitado solo a conocerse en las escuelas olvidando de esta forma el gran poder de socializador de la familia como institución.Basando mi reflexión en este hecho podemos sacar como conclusión que quizás estamos viviendo un cambio demasiado rápido que la sociedad no puede aguantar a diario en esta actividad frenética y esto conlleva a utilizar las escuelas como "aparcamientos" de educandos que se adentran en las entrañas de los colegios cada vez con menos capital cultural.Esto es debido a la desaparición de la estructura familiar entendida conceptualmente como extensa y nuclear dando paso a familias monoparentales realizando así un cambio cultural en nuestra civilización española que por mucho que queramos en ocasiones no puede tener cambios tan radicales hacia el progresismo ya que vivimos en un país de tradiciones muy aferradas.Al menos me queda la satisfacción de no vivir en un país en los que se practique la poligamia, diferenciando entre poliginia o poliandria, ya que aunque sea igual de respetable ese hecho en comparación con nuestra cultura occidental no concibo tal desmadre que se vive en ciertos estados en los que teniendo varias esposas o varios maridos se pierden en realidad ciertos sentimientos propios del ser humano que han de ser compartidos con una sola pareja.Ni que decir tiene que además la poligamia, aunque no tenga porque, influye mucho a la hora de que los sistemas asentados en un país se conviertan en patriarcales o matriarcales algo que se supone que desde la educación debemos evitar para inculcar unos valores democráticos e impregnados en ejes transversales tales como la igualdad de género.En definitiva y para finalizar deseo que se siga manteniendo a la familia como una institución basada en lazos consanguíneos ya que al parecer este tipo de unión es la que cumple con todos los requisitos mínimos morales que deben ser aprendidos ya que por mucho que nos quieran hacer ver en los medios o a través de políticas las llamadas "nuevas familias" tienen aún mucho por caminar para equipararse a un tipo de sociedad tradicional como la nuestra a la que de vez en cuando no le vienen mal unas gotas de tinte que conlleve progreso pero tampoco conviene utilizar todo ese tinte que encontremos en la peluquería de una sola vez ya que al igual que el pelo se corrompe el estado también lo hace.Publicado por Álvaro Terrón para Hour after Hour