Cáceres a 08 de marzo de 2013. Buenos días: Me dirijo a Ustedes, para hacerles llegar el problema que tenemos y si tienen a bien publicar. Se que no somos los únicos, pero cuando a uno le toca, le duele enormemente.

El pasado día 8 de octubre mi madre, con 77 años, se cayó en su casa y tuvo la desgracia de romperse el fémur casi a la altura de la cadera. Esta rotura que se conoce normalmente como rotura de cadera la operaron en el Hospital San Pedro de Alcántara el día 15 del mismo mes.

Según nos indicó el traumatólogo que la operó al salir del quirófano y cito palabras textuales.”Si su madre no tuviera dolor, ahora mismo ya podría andar”.

Tras iniciar durante el primer mes el proceso de rehabilitación, durante el cual su único ejercicio a realizar era andar y comprobando que tenía continuos dolores, procedimos a realizar la revisión indicada por los traumatólogos en las que incluyeron una radiografía al mes de ser operada.

Al parecer los “clavos” que se habían puesto, estaban a punto de salirse y en el caso que se salieran teníamos que ir inmediatamente a Urgencias. Le mandaron inmovilidad total, lo cual lleva haciendo hasta el día de hoy.

Nos indicaron que volviéramos en el mes de diciembre, más concretamente el día 21 de nuevo a consultas, donde tuvimos la suerte que otro traumatólogo diferente al que la operó y una vez comprobadas las nuevas radiografías nos indicara que era prioritario que operaran cuanto antes a mi madre.

La calificó como PRIORIDAD 1, el mismo traumatólogo nos indicó que por ley no podría estar más de dos meses sin ser operada.

Hoy es 8 de marzo, exactamente 6 meses después desde la caída y dos meses y medio después de ser calificada como prioridad 1 la operación de mi madre, NADIE nos ha comunicado nada, nadie nos ha llamado para informarnos.

Mi madre se muere de dolores continuos, ya los calmantes no le hacen efecto. Nos sentimos indefensos, hemos presentado una reclamación que nadie nos ha contestado en el mismo hospital. Creo que tras muchos años cotizando a la Seguridad Social, no nos merecemos esta falta de cuidados. Sin más agradecerles su atención. Atentamente. Miguel Ángel Doncel Monge