El trabajo ha sido siempre un elemento prioritario en la vida del ser humano. La persona se engrandece con el trabajo, adquiere dignidad; y a través de él se ejercita en muy diversas virtudes, por medio de las cuales consigue una madurez en su personalidad.

A través del trabajo el ser humano: • Se desarrolla, se perfecciona, adquiere cualidades y conocimientos, y mejora el trato con los demás. Hoy por desgracia ese elemento fundamental para vivir le falta, o está ausente en muchas personas, con lo cual: las sociedades, las familias y las mismas personas andan a la deriva, ya que le falta también el medio primordial de subsistencia. En estos tiempos muchos jóvenes: • Aún no han encontrado su primer trabajo o si lo han encontrado no es el adecuado o son trabajos mal remunerados o trabajos precarios o trabajos basura, dada la pobre calidad del mismo. Estos jóvenes en muchos casos tienen que abandonar a sus familias y emigrar a países lejanos para intentar encontrar un trabajo digno y justamente remunerado; dejando para ello y con tristeza: amigos, tradiciones, costumbres, formas de vida y su propia tierra.

También hay muchas otras personas que no pueden mantener a su familia por no tener trabajo, con lo cual viven en una situación: • De incertidumbre, de preocupación constante y de ansiedad. Y en muchos casos estas situaciones de paro son provocadas por el egoísmo de otras muchas personas que sólo piensan en sí mismos y en lucrarse a base del trabajo de los demás. Por otro lado, dada la situación de falta de trabajo, cada vez es más frecuente la esclavitud, aún en países civilizados, muchos seres humanos en todo el mundo trabajan en condiciones infrahumanas y denigrantes que no van acorde con la condición y dignidad del ser humano. Y los políticos y los encargados del gobierno de las naciones, en muchos casos, tampoco son ejemplares a la hora de solucionar estos problemas acuciantes, y gastan mucho tiempo y esfuerzo en preocupaciones que sólo a ellos benefician, olvidándose del ser humano y de sus necesidades básicas. Desde aquí quisiera hacer un llamamiento a: • Políticos, empresarios, gobernantes y sindicalistas para que afronten estas realidades con más generosidad y menos intereses partidistas y de usura y corrupción. El mundo y sus bienes son de todos los seres humanos que pueblan la tierra y no de unos pocos que se enriquecen brutalmente empobreciendo vilmente a millones de ciudadanos a los que le falta lo más necesario y básico.