Siento tener que escribir lo siguiente, porque es una ciudad en la que resido y a la que tengo mucho cariño, pero me parece decepcionante reconocer que las ferias de la ciudad de Plasencia son una patraña. Sobre todo en este 2016.

Me gustaría saber a quién se le ha ocurrido denegar la caseta al bar Gredos, en plena plaza Mayor, y, en cambio, los vecinos de la plaza de San Martín tenemos dos casetas con sus diferentes animaciones musicales en 25 metros. Como siempre, la política entra en juego.