La gran zancuda urbanita

Alimentación: Batracios, roedores pequeños, gusanos, insectos, reptiles, peces, moluscos y desechos urbanos.

Estival: Pero hoy día muchos ejemplares sedentarios y procedentes del norte, sin llegar al continente africano. Sin duda hablar de la cigüeña blanca o común en el hábitat urbano es hacer referencia de la especie más emblemática del mismo. Nada tienen que ver estas enormes zancudas con su hermana la cigüeña negra (Ciconia nigra), tanto por su mucho menor número, encontrándose en el nivel mas alto de protección por ello y en peligro de extinción, aunque Extremadura, tiene todo un privilegio con su aceptable presencia, como sobre todo por su carácter, mucho más esquiva, oculta y que muy pocas veces se deja ver tan descaradamente como la blanca, que la tenemos en casi todos los edificios adecuados para su existencia y sobre todo adecuados para ubicar sus nidos en nuestros pueblos y ciudades. Tomándose incluso en muchos lugares y todos los años medidas para eliminar nidos muy antiguos, con un peso increíble para muchos, pueden llegar a cientos de kilos, con lo que ello supone de peligro por posibles desprendimientos en todos los sentidos. Y como dejar pasar sus continuos vuelos por nuestras cabezas en especial en su época de cría, esos grandes esfuerzos para llegar a sus nidos con material y alimentos para sus polluelos, incluso esto de ver algún que otro ofidio en nuestras calle, que nadie sabe de donde ha salido, puede ser muy posible que sea la caída de una de sus presas favoritas, las cuales no están tan muertas como para no poder caer desde arriba al liberarse de sus poco adiestradas garras y uñas. No es ninguna tontería dicha afirmación aunque suene a leyenda urbana, tengo pruebas muy evidentes de ello por una simple casualidad. De esta especie en especial, como muchas otras en general se podrían escribir muchas páginas, pero sin duda se saldrían del ámbito de este trabajo, referido exclusivamente al carácter urbano de sus protagonistas.