Pues sí, es lo que joroba. Que el gobierno se crea que nos gobierna, y para eso, como solamente da palos de ciego, nos brea a impuestos sin ton ni son, puesto que ellos no tienen en su pensamiento bajarse sus salarios y prebendas, y regalar, sin venir a cuento, el dinero a los sindicatos y ONGs inventadas para lograr unos pingües beneficios a costa del inútil Rodríguez y sus muchachos. Salgado, esa ineficaz, con cara de inutilidad total en las labores económicas, todo el año, nos llenó las pantallas televisivas y periódicos de no está previsto más aumentos de impuestos. ¿No quieres taza? Pues toma taza y media. Cree este gobierno y los portavoces al que envía el jefe a decir mentiras, que se nos engaña con lo que intentan inculcarnos a los españoles. Si acaso, a los votantes infumables que solo ven por esas siglas, pero al resto, no, pero tenemos que aguantar ya que no somos capaces de ponernos de acuerdo en lo elemental: Salir ala calle, cada día, a pedir el cese de este gobierno. El resentimiento y rencores del que se ha envilecido Rodríguez, nos envilece a todos. No piensa, él y sus ministros, que la paciencia tiene un límite, y que cuando nuestras arcas estén más que vacías, el futuro incierto o negrísimo, y sin esperanza alguna de algo, la calle será pequeña para albergarnos a todos. De entrada, a Salgado la tendría que despedir, pero sin los oropeles con los que suelen marcharse los anteriores, incluidas las cruces que les regalan como si les hubiera tocado en una rifa, pero millonaria claro. Estamos hartos, hasta el gorro de mentiras, Rubalcaba, que usted dijo que España no se merecía un gobierno mentiroso. Aplíquese y aplique este cuento para usted y compaña.