En 1980 se publicó mi primer artículo en el diario Jaén, se titulaba: ¿Qué hacemos para que se hagan realidad nuestros grandes ideales? Ahí empezó mi andadura periodística, pero ya no la continúe hasta 1994, año en el que publique de nuevo en el Diario Jaén una carta al director, concretamente el 10 de septiembre. La misma también fue publicada en el ya extinguido diario dieciséis.

Ya en ese tiempo la labor periodística fue más asidua y desde 1994 hasta 2012 publique 221 títulos distintos, todos en prensa de papel y la mayoría en diario Jaén, aunque había también otros diarios, como: el diario ABC, El Mundo, el País y otros de tirada provincial como: El Ideal, la Voz de Almería, el diario de Córdoba, diario de Jerez, por indicar algunos de ellos. Desde 2013 hasta la actualidad ha sido la época más prolífera en publicaciones, dado también la proliferación de diarios digitales que han facilitado notablemente la labor periodística de los escritores aficionados y mi situación de jubilado.

Solamente en diarios digitales durante este período he tenido 521 publicaciones; en diarios digitales como los de: Ávila, Toledo, Talavera, Burgos, Albacete, Asturias, Orense, Vigo, León, Córdoba, Soria, Sur, Puertollano, Extremadura, Hispanidad, El Periódico, Catholic. net, Forumlibertas, web Opus Dei, Tu voz en la red y diarios digitales de: Venezuela, Irak, México, Colombia.… Y por otro lado las 479, ya las totales, en periódicos de papel, la mayoría también en diario Jaén, Ideal de Granada y El Mundo. En diario Jaén he contabilizado 449.

Gracias diario Jaén. Muchos de estos artículos o cartas han sido publicados a la vez en más de un medio, lo cual ha originado 1600 publicaciones más, lo que en total nos lleva a 2600 publicaciones aprox. ¿Y cuáles son los motivos para escribir? • Los motivos lo podía reflejar muy bien la siguiente frase del libro: “El hombre de Villa Tevere” de Pilar Urbano, que trata sobre la vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer, la frase dice así: “El hombre no es una pasión inútil, palpita en su interior un anhelo de infinito y se orienta hacia un horizonte de eternidades”. El hombre y la mujer, la sociedad, la educación, los valores, la paz, la vida con sus vivencias y con su sentido, Jesucristo, la creación, forman un enjambre existencial apasionante al que uno no puede ser indiferente. Y al escribir sobre ello, puede uno al menos manifestar su deseo de construir un mundo mejor. Y eso he pretendido yo con estas mil cartas, escritas siempre con el corazón y con la cabeza. Corazón y cabeza que son esos dos elementos que constituyen el motor de ese ser humano- divino que somos cada uno de nosotros.