Soy una trabajadora del centro comercial Ruta de la Plata. Ayer aquello parecía que se iba a venir abajo. Los techos retumbaban; había goteras que parecían cascadas. Algunas tiendas vieron cómo sus techos se venían abajo.Fue, la verdad, que un poco agobiante. Dieron la voz de alarma y todas las tiendas tuvieron que cerrar. Gracias al personal de seguridad la gente guardó la calma, pero en mi vida había visto una cosa así.Gracias a Dios, no hubo daños personales.