El Ayuntamiento de Cáceres ha decidido cargarse una de las cosas que mejor funcionaban en nuestra ciudad: La gestión de la perrera municipal por parte de la Protectora de Animales de Cáceres.

La Protectora lleva una larga trayectoria de años recogiendo, curando, rehabilitando y consiguiendo adopciones y una nueva vida para los animales maltratados y abandonados. A la protectora se le debe dinero, mucho dinero, y aun así, con la ayuda de las personas de buen corazón y con su esfuerzo, ha sabido seguir ayudando sin descanso a los más desfavorecidos.

¿Y cómo lo agradece nuestro excelentísimo ayuntamiento? Pues dándoles una patada y entregando la gestión, sin haber pagado la deuda que tenía con la protectora, a la Facultad de Veterinaria. Felicidades. Ahora los animalitos que ya han sufrido lo indecible tendrán la ocasión de morir, si tienen suerte, pronto, y si no, después de servir para experimentación de los estudiantes. Espero que, si les queda algo de decencia, rectifiquen.