SER MUJER Marzo comienza y por suerte, desde hace muchos años es motivo de celebración para cientos de miles de mujeres del mundo: 8 DE MARZO, ese es el día, el día de la mujer trabajadora. Muchas veces pensamos/decimos que ese tipo de cosas no debiera darse tan sólo un día al año, es decir, el reconocimiento a una figura que, si ya de por sí trabajaba mucho dentro de casa, decidió ponerse a trabajar fuera de ella.

Como digo, no tendría que ser sólo un día. Estas mujeres debieran ser reconocidas 24 horas al día, 7 días a la semana, sin embargo, dado como se dio el comienzo de esta nueva actividad veo casi necesario que, al menos en ese día se pare el mundo y se centre en ellas. Que se las reconozca como a cualquier otra persona, el hombre por lógica aplastante, en este caso.

La valía de las mujeres a la hora de desempeñar cualquier tipo de actividad siempre ha estado ahí, pero lamentablemente no se reconoció como tal hasta el momento en el que comenzó a realizar una actividad, como había venido haciendo a lo largo de la historia, sólo que de las puertas de su casa afuera.

Mi admiración tienen estas mujeres, y agradecimiento, pues gracias a ellas, que abrieron el mundo a jóvenes como yo, puede que tengamos un mundo un poco más fácil, más cómodo….

Sí, bien digo. La mujer trabajadora es reconocida en sociedad si cobra un sueldo por ello; sin embargo hay una labor que, por propia condición de mujer, sólo puede ser desempeñada por ellas y a pesar de ser tan duro y agotador como cualquier otro, no recibe el mismo reconocimiento. Estoy hablando del trabajo mas díficil y creo que más bonito de todos.

SER MADRE Yo no lo soy, pero a medida que crecemos nos vamos haciendo más conscientes de cómo se desarrolla el mundo, de todos los obstáculos a los que debemos hacer frente nosotros solos. Comenzamos a darnos cuenta de cuán difícil debe ser levantarse a diario para bregar con monstruitos/hijos llenos de energía e incansables, cubrir las necesidades de éstos, del esposo y por supuesto, las suyas propias (las cuales a menudo quedan eclipsadas en pro de los primeros, condición inherente al ser madre). Sin embargo cada una de estas cosas son alimentadas con el amor, con esa ternura que sale continuamente a relucir en el momento que te sabes responsable de criaturitas inocentes y desprotegidas.

Trabajar, trabajar muy duro por y para ellos; trabajar fuera, con el reconocimiento que ello supone, trabajar dentro de ella con lo ingrato que resulta amenudo. Día de la mujer trabajadora, insuficiente, pero necesario. Mujer trabajadora, mujer sufridora… es por ello que hago pública mi admiración hacia ellas; desde la que trabaja cuidando de sus hijos, hasta la que recoge mejillones, enseña en un colegio, trabaja en un despacho o plancha prendas en un almacén, a todas ellas GRACIAS… a todas ellas FELIZ DIA DE LA MUJER y enhorabuena por ser así.