Pues sí señor. Esto no para, ni creo que pare. La verborrea de esta ministra sanitarialmente hablando, por inventar palabras que no quede es tal, que cada vez que abre la boca, es para asombrarme más. Con ese énfasis que pone para decir algo que ella cree que habla ex-cátedra, ha sentenciado ahora: Construir una sociedad que no humille a nadie y que no permita que nadie sea humillado. Y se ha quedado casi sin aliento después de esta redonda y contumaz sentencia. ¿No cree esta ministra que es bastante humillación que haya casi cinco millones de parados mientras ella, y sus compañeros de gabinete perciben mensualmente más de una paga supermillonaria? ¿No cree que ellos mismos nos están humillando constantemente al no mover un ápice sus salarios, y en todo lo que se nos prohibe o se nos obliga a acatar por ley sin ton ni son, obviando otras cosas más menesterosas para la vida cotidiana de los ciudadanos?Debiera pensar mejor las cosas o si lo prefiere, acudir a un diccionario por internet, aunque sería mejor que acudiese al colegio, que le dirá cómo se dicen, y se han de decir las cosas. En caso contrario a lo mejor sería necesario, para no soliviantar a los ciudadanos, un corte de lengua para no decir tantas estupideces. Y, cómo no!!, soltó otra de sus rebuscadas palabras: norma garantista. Estas personas que ven encuentros interplanetarios en su mente, nos dicen cada cosa que........