El 7 de enero fue el lunes de las rupturas matrimoniales en el Reino Unido. La jornada en la que los teléfonos de los abogados de familia echaban humo. El día del año en el que más británicos decidieron cortar por lo sano y divorciarse. Derek Bedlow, editor de InsideDivorce.com, un centro de asesores en internet es uno de los participantes en una encuesta, junto 110 firmas de abogados y 2.000 ciudadanos, casados, divorciados y separados. El resultado del sondeo muestra que enero es el mes en que más divorcios se solicitan en todo el país, siendo la primera semana después del retorno al trabajo la más agitada legal y sentimentalmente y el primer día, el momento culminante en que se inician más procesos de ruptura. La decisión de cambiar de vida con el Año Nuevo y las secuelas dejadas por las fiestas son las razones para explicar esta avalancha.