El 77% de los conductores está dispuesto a instalar un limitador de velocidad en su vehículo, según los datos de la IX Encuesta de la Fundación RACC sobre Movilidad y Seguridad Vial. Según el director general de Tráfico, Pere Navarro, que asistió a la presentación de la encuesta, este dato es "una llamada de atención" a los fabricantes de automóviles, ya que se ha demostrado que existe demanda para estos dispositivos. El estudio señala también que el 83% de los encuestados considera útiles los limitadores de velocidad para prevenir los accidentes de tráfico, y que el 82,1% creen que deberían ser instalados en todos los vehículos nuevos.

La encuesta también señala que casi el 50% de los conductores considera que el exceso de velocidad debería ser considerado delito y, por tanto, juzgado por los tribunales. El secretario de la Fundación RACC, Alfonso Perona, explicó en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT) que "cada vez se pide con más frecuencia que se juzgue a los conductores que sobrepasan los límites de velocidad establecidos", aunque el 43% de los encuestados se definen como poco conscientes del riesgo que supone la velocidad en la conducción. Los datos reflejan que un 46,9% de los consultados estima que se debería juzgar a los conductores que circulen por ciudad superando la velocidad permitida, porcentaje que baja hasta el 42,9% en el caso de los conductores que creen que el exceso de velocidad en vías interurbanas debería ser considerado delito. El RACC también preguntó a partir de qué velocidad debería juzgarse a los infractores, y los consultados respondieron que a 127,8 kilómetros por hora en carreteras donde el límite es 90 y a 159,9 en vías rápidas en las que el límite es 120.