La Fiscalía de Ingolstadt (sureste de Alemania) ha presentado cargos por cinco delitos de malversación a la directora de la biblioteca de la Universidad Católica de Eichstätt por la destrucción de 14 libros de sus archivos, que terminaron en el contenedor del papel reciclado. Por el momento, se trata de la única acusada de la destrucción de 80 toneladas de libros de la biblioteca, confundidos como papel usado, en el 2005. Parte de los títulos desaparecidos pertenecen a la llamada Biblioteca Capuchina de la universidad.