Las letras perdió la pasada semana a uno de sus autores más destacados al fallecer Augusto Roa Bastos, escritor paraguayo y ganador en el año 1989 del Premio Cervantes.

La figura de este escritor quedará ligada a cuatro términos indelebles: Paraguay, la historia, el poder y el hombre. Estas cuatro configuraciones permiten abordar la literatura de este gigante de las letras siempre que las entendamos como un mosaico de perspectivas, de reescrituras y de relecturas. Las obras de Roa Bastos no pretenden plasmar una verdad histórica, aunque en ella principien, sino proporcionar un conocimiento real desde una historia imaginada.

Construir, había dicho, "un relato de ficción impuro, o mixto, oscilante entre la realidad de la fábula y la fábula de la historia" se convirtió en su dispositivo narrativo más significativo; conocer los mitos de su pueblo para reconocerlos en el sangrante exilio que le tocó vivir o escribir desde el guaraní para reescribir la lengua de Cervantes.