Uno de los habitualmente ejemplares países nórdicos, Suecia, ha decidido pisar a fondo el acelerador en el tema del tránsito a las energías limpias, y para dejar claro que va a llegar más lejos que nadie ha puesto fecha de caducidad a uno de los inventos más contaminantes: el coche de gasolina. Los ministros de Medio Ambiente, Andreas Carlgren, e Industria, Maud Olofsson, comparecieron ante la prensa para dar más detalles de un plan que el Gobierno ya había puesto sobre la mesa --al menos como declaración de intenciones--, y sentenciaron que en el 2030 ningún coche de los que circulen por Suecia podrá usar combustibles fósiles derivados del petróleo. Eso es en poco más de dos décadas. La propuesta anterior apuntaba al 2025.