Lepresentantes de rectores, profesores universitarios, y estudiantes consideraron la pasada semana que el Plan de Bolonia es una oportunidad "imprescindible" para el sistema educativo español, aunque criticaron que faltan recursos económicos para su correcta implementación.

En la conferencia ¿Qué aporta el Plan de Bolonia al mundo laboral? , portavoces de enseñanza del sindicato UGT auguraron que en 2010 se producirá una adaptación al plan "con dificultades", aunque estimaron que esa implementación es una oportunidad para la enseñanza superior y para el futuro económico del país.

Por ello, el secretario general de UGT de Cataluña, Josep Maria Alvarez, pidió que Bolonia "no sea un tema exclusivo de las universidades". La secretaria general de la Federación de Enseñanza de UGT, Roser Font, manifestó su preocupación ante la falta de becas, el precio de los másters y las futuras condiciones laborales del personal de la universidad.

El presidente de la Asociación de Universidades Públicas de Cataluña (ACUP) y rector de la Pompeu (UPF), Josep Joan Moreso, advirtió de que dejar pasar Bolonia sería "perder la oportunidad de poner a los estudiantes en el centro de la docencia" y así cambiar la metodología universitaria.

Por otro lado, el secretario general de la Asociación de Jóvenes Estudiantes de Cataluña, Andreu Espínola, apuntó que en España hay un "mal endémico que no tiene nada que ver con Bolonia, el plan es una cabeza de turco a la que hay que quitar las telarañas" y manifestó su apoyo a la inicial Declaración de Bolonia de 1999, pero recordó que España debe ofrecer más becas de movilidad y de estudios en general a sus alumnos universitarios para que se pueda aplicar y criticó a colectivos de estudiantes más o menos próximos a la universidad que consideran esta situación catastrófica.