Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, CECU, COAG, Plataforma Rural y SEAE denuncian que una vez más los intereses económicos de algunas empresas hayan sido prioritarios frente a la protección de la salud pública y del medio ambiente. La Comisión Europea dio el visto bueno a un nuevo maíz transgénico para su importación y entrada en la cadena alimentaria humana. Se trata de la primera autorización de un organismo modificado genéticamente (OMG) desde la moratoria establecida en octubre de 1998. (...) Esta decisión --prematura y desacertada-- sólo puede entenderse como una concesión a las presiones de Estados Unidos y de la industria agroquímica multinacional, sacrificando una vez más la protección de la salud de los consumidores, el futuro de los agricultores y el medio ambiente.

La autorización concedida hace que este maíz puede entrar libremente en los alimentos de todos los europeos, a pesar de que el análisis de riesgos para la salud presentado por Monsanto a la Unión Europea es incompleto y no responde por ejemplo a cuestiones como los daños a largo plazo sobre la salud humana o los posibles efectos alergénicos.

(...) Esta autorización, aunque es simbólicamente importante, no implicará una introducción masiva de maíz transgénico en la cadena alimentaria dado que los consumidores europeos se oponen a este tipo de alimentos. En respuesta a la preocupación del público, numerosas empresas del sector alimentario han declarado no querer introducir transgénicos en sus productos.

Es deplorable que la Comisión Europea insista en fomentar la utilización de los OMS en lugar de velar por el interés de los ciudadanos y la protección del medio ambiente.