Las redes inalámbricas son las impulsoras de una auténtica revolución en el ocio doméstico, más allá del ordenador. La descarga de música en formato digital y la incomodidad que suponen los cables han hecho agudizar la imaginación de los fabricantes, con productos innovadores basados en tecnologías inalámbricas, con o sin acceso a internet. El diseño de los altavoces para suprimir cajas, por una parte, y los sistemas conectados en distintas habitaciones son las dos grandes categorías.

Philips ha sido uno de los precursores de los sistemas inalámbricos con la gama de Stremium, una familia de cadenas musicales cuyos primeros aparatos descargaban la música desde emisoras de internet. La última aportación que presentaron en la pasada edición de la feria IFA de Berlín fue el WACS700, un original reproductor de audio compacto que almacena los archivos en MP3 y que con unos satélites los distribuye por la casa. Puede ser simultáneamente o haciendo que la música siga al oyente cuando cambia de habitación, previa conexión y desconexión en el punto exacto. Todo sin cables, aunque con un mando. Los responsables de Philips admiten un pequeño desfase entre un altavoz y otro, pero aseguran que es difícilmente perceptible.

La tecnología que lo hace posible es el protocolo 802.11g de transmisión más UPnP, otro estándar que permite la distribución de contenido punto a punto entre dispositivos domésticos, y que hasta ahora se ha utilizado sobre todo en domótica. "Las mujeres, sobre todo, son las grandes enemigas de los cables en casa", señalan en Philips.

Yamaha tiene un sistema parecido, el servidor de audio digital MCX- 1000, que envía la señal por vía inalámbrica o por cable a otros puntos de la casa, pero que luego conecta por cables los altavoces al central. Incorpora un grabador de CD y puede conectar un plato de discos LP, una radio o un casete.

MENOS CAJAS

Otra novedad es la reducción de altavoces, visible sobre todo en los sistemas de cine en casa y en los tele. Yamaha presentó recientemente una tecnología que permite crear un sistema de sonido 5.1 con un único altavoz, pero manteniendo el sonido trasero. La medida cristaliza en una única caja alargada que puede colocarse bajo el televisor. "De hecho son 40 altavoces que envían las frecuencias a distintos puntos de la habitación", explica Guillermo Vázquez, director técnico de Gaplasa, distribuidores de la marca en España.