La sala Disco Teatro, uno de los escasos espacios privados extremeños --quizá el único-- para dar cabida a conciertos de gran formato, pasa por momentos difíciles. El ayuntamiento decretó el pasado 11 de enero el precintado de la discoteca, que cerró al día siguiente por lo que se vio obligada a suspender los conciertos de Tote King y WarCry.

La discoteca recibió del ayuntamiento en julio una orden con la suspensión cautelar de la actividad, a raíz de una denuncia interpuesta por el Seprona, a instancias de la Asociación Emeritense para la Defensa de los Afectados por los Ruidos (Aedar).