La época en que las pantallas planas de plasma o LCD eran ese objeto intocable que los consumidores soñaban tener en el salón de casa parece que está llegando a su fin. Los precios han bajado tanto en los últimos meses que hoy puede comprarse un LCD o un plasma por un precio similar o inferior al que se pagaba hace tres o cuatro años por una tele plana de tecnología de tubo. Fabricantes y distribuidores han puesto de su parte para popularizar el producto. "No es tanto que hayan bajado los costes de producción. Más bien es que los distribuidores y los fabricantes han decidido ajustar sus márgenes", explica Joan Carles Martín, director de productos electrónicos del hogar de Pioneer.

Distintos fabricantes coinciden en que las teles de plasma y LCD se han abaratado entre un 35% y un 40% desde el año pasado. "En los últimos meses la rebaja se ha acelerado y ha sido espectacular", explica Jordi Rincón, de Panasonic. El LCD suele ser más competitivo en tamaños pequeños, de hasta 32 pulgadas. El plasma, en cambio, está más extendido para los tamaños de pantalla más grandes.

"La reducción de precios ha sido importante, pero eso es una consecuencia de la maduración de estas dos tecnologías", afirma Jorge Blázquez, responsable de televisión de Philips. Esta reducción de precios, añade Blázquez, ha sido más agresiva en los LCD y, en general (en LCD y plasma), en los segmentos de precios bajos "donde pueden convivir varias tecnologías diferentes, unas más modernas y otras más antiguas". "Los modelos nuevos --añade Rincón-- son más asequibles y eso obliga también a bajar los precios de los ya existentes".

Efectivamente, los fabricantes son conscientes de que se está creando una doble gama de producto. Una más básica y asequible, y otra más avanzada. "La primera satisface a aquellos consumidores preocupados básicamente por el precio y rondaría de 2.000 a 3.000 euros. La segunda incluye productos con más prestaciones y mejor diseño, y estaría sobre los 3.500 o 4.000 euros", explica Joan Carles Martín, de Pioneer.

Pese a la popularización de estas tecnologías, la mayoría de fabricantes coinciden en que el perfil de comprador no ha cambiado y que lo que éste busca es deshacerse de una tele que ocupa mucho espacio y sustituirla por otra con mejor diseño.