La Suzuki B-King se presentó como prototipo en el Salón de Tokio del 2001. Se trataba de una moto de ensueño con un motor con turbo de 200 CV y soluciones electrónicas. Generó tal expectación que la firma japonesa decidió fabricarla en serie con un planteamiento más comercial. Tanto el prototipo como la versión definitiva destilan una imagen impactante, como salida de un cómic manga.