Si David Fincher ha dejado algo claro a lo largo de su carrera es que tiene una capacidad innata para sorprender y para hacer buen cine. El director estadounidense apadrinó el 19 de enero en Berlín la première europea de su última película, El curioso caso de Benjamin Button --que se estrena en los cines de España el 6 de febrero--, un cuento sobre la edad, la vida y la muerte, protagonizado por Brad Pitt y Cate Blanchett, y que deleitó al público presente en la sala.

Pero esta primera aventura en el mundo del drama épico y romántico del director de El club de la lucha o Zodiac es más que una película destinada al gran público. Tras la historia de Benjamin Button, un hombre que nace viejo en la Nueva Orleans de 1918 y va volviéndose joven con el paso de los años mientras vive toda clase de aventuras, se esconde una reflexión sobre la vida y sus límites, su belleza y su crueldad. Fincher firma una obra de autor que se deja mimar por el gran cine de Hollywood sin perderse en sus clichés. Fincher explicó qué le llevó a asumir el reto: "Siempre estoy deseando hacer cosas que no haya hecho antes. Me gusta ir a contracorriente. Alguien me dio el guión y me dijo ´es una gran historia, no sé cómo vas a hacer algo así´... y lo leí y lloré". "Cinco años ha llevado el proceso. Creo que eso muestra el tipo de desafío que ha sido", apostilló Brad Pitt, que estuvo acompañado en la alfombra roja por su mujer, Angelina Jolie.

Ambos se conocen bien. Es su tercer proyecto juntos. "Me gusta trabajar con gente que quiero y que sé que me va a dejar bien", dijo Fincher. "Yo respeto mucho a David desde que lo conocí en Seven y sigue siendo ese hombre que hace todas esas cosas increíbles. Estaba muy intrigado por cómo iba a llevar esto", añadió Pitt.