Charlie Gillett es el primer sorprendido de que el libro El sonido de la ciudad (1970), recién publicado en España en dos volúmenes, sea aún el texto de referencia sobre la génesis del rock and roll y sus primeras mutaciones. "Se han escrito infinidad de libros sobre artistas y géneros, así como enciclopedias que presentan por orden alfabético un gran volumen de datos --dice--. Pero nadie ha tenido la ambición de escribir una narración que explique por qué pasó lo que pasó, con esa cronología y en esos sitios, que fue lo que yo hice. Y eso que ahora hay mucha más información que cuando escribí el texto".

Concebido como una tesis universitaria y por ende escrito con método científico y voluntad didáctica, El sonido de la ciudad desmonta la mitología del rock and roll al presentar su nacimiento como una evolución en vez de como una revolución. "Los discos de Bill Haley y Elvis no se parecían a nada que yo conociera cuando los oí en la radio, pero al investigar descubrí que los negroamericanos habían hecho canciones similares antes. Y Carl Perkins, Chuck Berry y compañía sólo querían hacer discos de éxito. Si hubo una revolución, fue en la mente de los oyentes, muchos de los cuales se sintieron inspirados para hacer música. Y así Dylan, los Beatles y los Stones empezaron a grabar discos que sus fans, de nuevo, consideraron revolucionarios. Pero los artistas de la década de 1960 estaban encantados de estar en grandes discográficas. A lo sumo, hubo una ilusión de revolución".

Gillett opina que el rock vivió su última época de esplendor entre 1979 y 1981. "En las listas de éxitos británicas estaban bandas que habían escuchado música jamaicana y hasta africana, como Specials, The Beat, UB40, Madness, Clash y Police. Pero pronto tomaron el relevo grupos de chicos guapos como Duran Duran y Depeche Mode. Me sentí viejo para el pop y pensé que era el fin de mi carrera como periodista musical".

Africa fue su salvación. "Descubrí a King Sunny Ade, a Franco, a Youssou N´Dour. En los 20 años que han pasado me han asombrado músicas de todas partes del mundo".

OJOS DE BRUJO

Gillett, que conduce dos programas semanales de world music en la BBC, cita a Ojos de Brujo entre sus hallazgos recientes favoritos. "No entiendo que se hable tanto de los Strokes, imitadores de grupos antiguos, y se ignore la fascinante mezcla de rumba, flamenco y hip-hop de Ojos de Brujo. Un grupo de barcelona muy bien considerado dentro del world music y que muy pronto estará de nuevo en Extremadura, en un concierto en Mérida.