En los ensayos con público que Bruce Springsteen y la E Street Band hicieron previos a la gira que comenzó el pasado 2 de octubre en Hartford (Connecticut), el repertorio se modificaba de un día para otro: cambios de posición en el setlist , canciones que entraban y salían... Un momento que permanece inalterable es la fusión del final de The rising (con su llamamiento a levantarse tras el 11-S) con Last to die , una canción de Magic , su nuevo disco, que reza: "¿Quién será el último hombre en morir por un error?". No es casualidad.

En una entrevista publicada recientemente en The New York Times, el Boss explica que esos 30 segundos conjuntos simbolizan su visión de EEUU en los seis años que van del 11-S al fiasco actual en Irak. "Han sido años descorazonadores, rompecorazones, por no hablar del enfurecimiento", describe Springsteen su visión del mandato de Bush.

SABOTAJE Y CORRUPCION

Magic --más allá de su aderezo tan pop, en palabras de su autor-- recoge la historia en el punto en que la dejó The rising . Si entonces se trataba de levantarse y unirse en el dolor por el 11-S, ahora lo que hay son mentiras, engaños y decepción. Y el dolor y el trauma de la guerra. "Este es un disco de autosubversión, sobre la forma con la que el país ha saboteado y corrompido sus ideales".

Una trayectoria coherente con la trayectoria del Boss y más en su última etapa. Devils and dust y el concepto global de We shall overcome (a pesar de utilizar las canciones de Pete Seeger) ya anunciaban el mensaje presente en Magic desde su título, una referencia, según declara Springsteen, a la manufactura de ilusiones, a la firme tendencia de la administración Bush a crear su propia realidad. Es decir, aunque el rockero de Nueva Jersey no lo diga así, a faltar a la verdad para llevar al país a la guerra.

Tampoco es casualidad que el disco y la gira que devuelven a Springsteen a los titulares coincidan con la campaña electoral estadounidense. "Me gusta aparecer en estos momentos. Cualquier pequeña cosa que podamos aportar, es un buen momento para hacerlo", dice Springsteen sobre su irrupción en la campaña, con el recuerdo fresco de su directa implicación del 2004 --pequeños conciertos incluidos-- para apoyar a John Kerry contra Bush. Ganó el republicano, y las consecuencias que eso tuvo para EEUU se pueden escuchar en Magic más allá de su disfraz popero.

Eso no quita que Springsteen y la E Street Band estén preparando una gira enérgica, rockera. Entre las canciones seleccionadas hasta ahora hay muy pocos clásicos (Born to run, Born in the USA y Badlands como mucho). A falta de que a lo largo de la gira empiece, como es habitual en él, a rotar el repertorio, las novedades son Town Called Heartbreak , de su mujer, Patti Scialfa , y Thundercrack , esa joya descartada que se recuperó en Tracks .