La pregunta sigue siendo: ¿dar pescados o enseñar a pescar? Las sanciones, el miedo a perder los puntos, a quedarse sin carnet, parecen haber influido en un menor número de muertes a consecuencia del alcohol en las carreteras. Pero los fabricantes quieren ir más lejos y han empezado a experimentar el coche inteligente que se niegue a arrancar. Las ideas diseñadas, fabricadas, puestas en marcha, ensayadas por algunos fabricantes son múltiples, aunque ninguna de ellas ha arraigado en los vehículos de serie. La investigación sobre ese tipo de trucos se aceleró en Japón cuando, en septiembre del 2006, perdieron la vida tres niños en la localidad de Fukuoka cuando el coche de sus padres fue embestido por un conductor borracho.