La presión de la fama está afectando a Susan Boyle. La cantante escocesa ingresó en la clínica psiquiátrica Priory, de Londres, donde fue conducida la noche del domingo 31 de mayo tras sufrir una crisis nerviosa y presentar síntomas de agotamiento. El ingreso se produjo un día después de que Boyle perdiera, contra todo pronóstico, la final del concurso Britain´s got talent (en inglés, Gran Bretaña tiene talento ). Los organizadores del show llamaron a la policía que, en aplicación de la Ley de Salud Mental, la trasladaron en una ambulancia, voluntariamente, desde el hotel londinense donde se encontraba hasta el centro de reposo, frecuentado por celebridades con problemas de depresión y adicciones. El ascenso meteórico de Boyle se ha debido a Internet y a las redes sociales y ha desbordado a los creadores del concurso.