Engordar unos kilos era hasta ahora la gran fórmula para caracterizarse como ganador de un Oscar. Robert de Niro engordó los 30 del boxeador Jack La Motta en Toro salvaje , el doble que Charlize Theron para parecerse a la piel de Monster y tres veces más que Hillary Swank para valorar sus guantes en un millón de dólares. El favorito al Oscar a mejor actor de este año, Phillip Seymour Hoffman, perdió sin embargo hasta 18 para encontrar dentro de sí a los demonios de Truman Capote, quien rompió los esquemas de la literatura con A sangre fría (1966). La película, Truman Capote , tiene otras cuatro nominaciones (mejor película, mejor director, mejor actriz de reparto y mejor guión adaptado).

ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO

Capote se cruzó con la oportunidad de saciar su tremenda ambición un 16 de noviembre de 1959. Esa mañana conoció en la última página del New York Times el asesinato macabro de un matrimonio de granjeros, los Clutter, y de sus dos hijos de 16 y 17 años en un pueblo perdido de Kansas, Holcomb. La película relata los seis años que Capote pasó investigando y se cuestiona la doble relación que entabló con uno de los asesinos, Perry Smith. El escritor se enamoró a su manera de Smith y Capote aprovechó su relación con Smith para conseguir una versión privilegiada del crimen.

UN REGALO ENVENENADO

A sangre fría encumbró a Capote, inaugurando el género de la llamada novela de no ficción. Hasta entonces nadie había empleado las técnicas de la literatura para narrar un hecho real. Capote se convirtió en una estrella mediática que aparecía en shows como el de Johnny Carson y estaba en todas las fiestas. Sin embargo, en los seis años que trabajó en la obra su deterioro emocional creció y aumentó también su adicción a la bebida, que le acabó matando en 1984.

EL PERSONAJE AUSENTE

Dan Futterman, actor teatral y televisivo que debuta como guionista en la cinta, asegura que su protagonista podría no haber sido Capote, porque de lo que querían hablar era de la deuda que un autor tiene con su obra. Futterman pensó en ello cuando releyó A sangre fría , a los treintaytantos.

Pocos años después, Futterman leyó la biografía de Gerald Clarke, la biblia sobre Capote, ya que intervino él mismo y Clarke trabajó en ella 13 años. El verano de 1984 (el autor de A sangre fría murió aquel agosto), Futterman había conocido a Bennett Miller y Philip Seymour Hoffman en un seminario de teatro en Saratoga Springs (Nueva York). Con 16 años se quedaron con las ganas de hacer algo juntos, y sería Truman Capote. Por cierto, Capote fue expulsado del rodaje no sin antes fotografiarse con los intérpretes de los asesinos, Robert Blake y Scott Wilson, para la portada del Life Magazine . La fama cuesta.