La hija de Carmen Galán, de 13 años, no tiene móvil. Un dato curioso en la sociedad de hoy en la que extraña ver a un adolescente sin este aparato y un aspecto reseñable cuando su madre es una especialista en el estudio de los mensajes sms que se envían los jóvenes. De hecho, esta profesora de lingüística ha participado con una ponencia sobre este asunto en el reciente congreso El español de los jóvenes celebrado en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), precisamente la cuna de la lengua.

¿Y por qué no tiene móvil?

--Creo que no lo necesita.

¿Cree que hay una edad a partir de la que sí se necesita?

--No una edad fija, cuando sea realmente necesario. Me parece totalmente impropio un chaval de 8 años con un móvil.

En pocos años se ha convertido en un instrumento indispensable. ¿Cómo afecta este hecho al lenguaje?

--Casi un cien por cien de la población tiene al menos un móvil. El lenguaje es una de las muchas facetas a las que afecta porque este hecho tiene repercusiones sociales, comunicativas y lingüísticas. Desde aquel famoso Pasaló de hace cuatro años que fue capaz de desencadenar esa manifestación ante la sede del PP (se refiere a la jornada de reflexión de las elecciones del 2004) hasta la permisión de Raúl Castro de que los cubanos puedan comprar uno. En los jóvenes cambia la forma de concebir la comunicación porque por el móvil muy pocos cuentan cosas.

¿No se puede?

--Hablando sí, pero los adolescentes no hablan, se escriben y se dan toques . Y como tienen un espacio muy limitado indudablemente tienen que condesar la información que mandan.

¿Algunos hasta llegan a depender de este aparato?

--Ya se da la adicción a la telefonía móvil y hay una serie de enfermedades asociadas. También se ha constatado un mayor desarrollo del dedo pulgar. Si les digo a mis alumnos que hagan el gesto de subir el volumen de la tele, siempre hacen como si tuvieran el dedo pulgar en un mando a distancia. En Japón se les llama la Generación del Pulgar y se extiende el nombre.

La Generación X ya es historia y ha dado paso a la Generación del Pulgar...

--Claro, es que tienen que manejar tecnologías que caben en la palma de la mano.

Y usted que ha visto tantos exámenes ¿detecta muchas interferencias entre el lenguaje del móvil y el de los exámenes?

--En universitarios no. Diferencian perfectamente para quién escriben y el tipo de código que tienen que manejar. El problema es cuando chicos de 12 o 13 años piensan que el único código en el que se pueden comunicar es éste. Eso es preocupante.

¿Y quiénes son los responsables de que piensen así?

--Para empezar los padres, que no tendrían que pensar que los hijos merecen siempre este tipo de premios tecnológicos. Y en segundo lugar la propia configuración social que nos obliga a estar a la última. La rapidez en la que se vive actualmente hace que se produzca una especie de desfase con algo que requiere un tiempo reposado como es la escritura o la lectura. También es inconcebible que el sistema educativo cambie cada poco.

¿Hay diferencias territoriales en el lenguaje juvenil?

--Tiene que haberlas. Una conferenciante de Madrid decía que habían acuñado la expresión Operación gamba para referirse al hecho de que una chica va a una discoteca y ve a un chico que está muy bien de cuerpo pero es feo. Aquí no se emplea. Es un léxico muy inestable, depende del sitio, de los jóvenes, del nivel cultural... no se puede hablar de un lenguaje juvenil homogéneo.

¿Comparte la opinión de que el lenguaje que utilizan los jóvenes tendrá repercusiones muy negativas en la lengua?

--No te puedes acercar al lenguaje de los jóvenes con una mirada de 45 años. Sus expresiones, aunque parezcan pobres, no lo son tanto porque emplean muchos sinónimos, recursos léxicos y cambios. Y es efímero, al lenguaje común pasarán cuatro cosas.

¿Se podría decir cómo son los jóvenes de hoy analizando el lenguaje que utilizan?

--Son como los de hace veinte años. Los temas de conversación son los mismos: la música, el otro sexo, el sexo, en nuestra sociedad el consumo y las tecnologías. Las drogas las pondría en último lugar porque no creo que les interese a todos. Sobre esos temas desarrollan un lenguaje propio.

Prevalece la idea de que los jóvenes de hoy son peor hablados ¿cree que es cierto?

--Sí, porque están más desinhibidos y no se plantean qué puede pasar con lo que digan. Muchos se saludan con palabrotas .

¿Cómo son los sms?

--La primera característica es la condensación. Pero casi nunca se ocupan los 160 caracteres de los que disponen por lo que la condensación entiendo que es por la rapidez. Y el hecho de que hay que escribir deprisa y mandar mucha información hace que las dobles consonantes desaparezcan. La doble ele se cambia por una y , y los acentos desaparecen. En nuestra lengua se pueden omitir las vocales porque se recuperan a partir del sonido de la consonante. Por ejemplo no se escribe de , sino solo la consonante. En alemán no se puede.

En su ponencia relacionaba estas características con la escritura de los Fenicios

--Sí, porque los Fenicios fueron los inventores del alfabeto y solo tenían tres vocales. No tenían signo para esas vocales porque se recuperaban con el sonido de la consonante. Cuando dicen que es un lenguaje nuevo, pues puede serlo, pero los procedimientos tienen 3.000 años de antigüedad. Se emplean otra vez los jeroglíficos egipcios o las abreviaturas de la época de los romanos. Y es un fenómeno que hacemos todos, no solo los jóvenes.

¿Las tecnologías propician una revolución ortográfica?

--Sí, es escritura como si fuera lengua oral. Es una especie de híbrido entre lo oral y lo escrito. En ese sentido sí hablaría de revolución.

¿Este nuevo código también es fugaz o es más perecedero?

--Crecerá cada vez más. Ya aparece en los programas de televisión, en los periódicos de jóvenes como Universa Extremadura que tiene una sección en la que se mandan mensajes y son así. Creo que es un fenómeno imparable. No sé hasta donde llegará pero de momento no tiene pinta de pararse.

¿Ya hay diccionarios que recogan el código sms?

--Muchos. Hay un proyecto que se llama exo x ti y xa ti (Hecho por tí y para tí) que está en internet y se ofrece la solución a una palabra en varias lenguas y en código sms.

¿Cree que el desconocimiento de este código puede provocar una especie de incomunicación generacional?

--Es una barrera infranqueable, si no manejas este código no puedes entender esos mensajes. Pero también pasa con el lenguaje normal, si no te manejas en el lenguaje de los jóvenes y te dicen que te has payao te quedas a cuadros. Payarse es estar pa yá y han creado un verbo. La primera vez que lo oí me quedé realmente payá .