Cecilia Roth aborda la crisis de los 50, el vuelo de los hijos y un matrimonio a la deriva en El nido vacío , de Daniel Burman.

El espectador siempre ve a la mujer a la que interpreta en ´El nido vacío´ desde los ojos de su marido.

--Tal cual. Es un juego de espejos. Soy yo pero también el deseo y el pánico del otro. Esto sucede con personajes que son absolutamente convencionales. Entran en el cuadro de una familia tradicional, se enfrentan a cuando los hijos se van y uno de los dos asume el rol de la vida y el otro entra en crisis. Ese es el cuento de mentira de la película, lo que está pasando es más profundo que eso. Dentro de estos personajes aparentemente comunes se esconden conflictos de la humanidad entera.

¿La esposa suele aceptar la partida de los hijos y a su vez ayudar a superar la crisis de madurez a su pareja?

--La búsqueda era esa: ponerle un disfraz convencional a una mujer de enorme complejidad, que se encuentra en un momento de la vida difícil. Busca volver a reencontrarse con su marido frente a frente, sin excusas, sin barullo, sin ruido, y volver a elegirse o no elegirse. Y todo contado con la mirada de Burman, que tiene mucho humor y mucha ligereza.

Es la primera vez que trabaja con Burman, pero con Oscar Martínez le unen miles de horas en escena.

--Muchas. Con él coprotagonicé la obra de teatro Relaciones peligrosas . Luego grabamos la serie Nueve lunas , que se mantuvo dos años en antena. Después él me dirigió en una obra suya de teatro. Trabajamos mucho en los 90, pasaron años... y nos reencontramos ahora en el cine.

¿Haber cumplido 50 años significa un antes y un después?

--Está el tópico de la edad, que es cierto si uno pretende que le sigan llegando las mismas cosas que le proponían antes. Pero no me puedo quejar: ahora estoy diciendo más "no" que "sí", pero eso puede cambiar en cualquier momento. Tengo una buena edad para ser artista porque guardo mucho adentro, he visto mucho, he vivido intensamente y en eso consiste la actuación.

¿Para transmitir verdad?

--Coincido con Javier Bardem. Se supone que actuar es no decir la verdad y es lo contrario. No mentimos todo el tiempo ni vivimos de apariencias, vivimos de verdades.

¿Por qué dice tanto "no"?

--Si no me interesa el proyecto o no me gusta el personaje. Y si digo "sí" es porque siento que puedo hacer crecer una película.

¿Qué proyectos tiene?

--Cine, pero tienen que anunciarlo los directores o los productores, no los actores. Son coproducciones para rodar en Buenos Aires. Ahora estoy más dispuesta a viajar. Quiero volver a filmar fuera porque mi hijo está más crecido.

¿Cómo ve el cine español?

--Se ve poco cine español y poquísimo europeo en Argentina. ¡Todo está tomado por EEUU! Lo que veo, lo veo porque me lo manda la gente de la Academia. Y de las películas que me llegan algunas me gustan y otras no tanto. Hay búsquedas, hay gente nueva sumamente interesante, pero lo único que sigue teniendo una enorme solidez es el cine de Pedro Almodóvar y el de Alejandro Amenábar.