Ni un genio injustamente olvidado ni un mediocre aficionado. Científicos e historiadores están resituando en su justo lugar a Alfred Russel Wallace, el primero que puso negro sobre blanco en una publicación científica la peligrosa idea de la evolución. Cuando lo hizo, Darwin solo había redactado notas y borradores. "La complejidad y el impacto de las ideas de Darwin fueron muy superiores, pero también es cierto que la clase social y el perfil poco académico de Wallace contribuyeron a ofuscar su porción de paternidad", dice José Fonfría, biólogo e historiador de la ciencia en la Universidad Complutense de Madrid y autor de ´El Explorador de la Evolución´.