Dicen las malas lenguas que John Fitzgerald Kennedy mandaba recoger a Marilyn Monroe donde estuviera con un Cadillac El Dorado Biarritz. Y que, después de verse a escondidas, el chófer la dejaba de nuevo en casa. Puro glamour.

Corría el año 1959 cuando Cadillac hizo 1.321 unidades (en España hay dos) de este enorme modelo descapotable de seis metros de longitud y una imagen espectacular. De hecho, los alerones son obra de un diseñador de aviones. Le montaron un motor en V de ocho cilindros y 6.4 litros con tres carburadores que desarrolla 345 CV. Su equipamiento, 45 años después, sigue siendo estelar.