Comienza el curso y son muchos los estudiantes y profesionales que deciden completar su formación en algún centro privado. Pero no es algo que deba hacerse a la ligera. Las condiciones de las academias deben mirarse con lupa antes de contrartar los servicios, según recomienda la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). En los últimos años se han multiplicado academias y centros de enseñanza, que se especializan en el empleo de métodos multimedia y que gracias a ello pueden ofrecer multitud de cursos y horarios.

Según el tipo de centro el pago varía. Así, las pequeñas academias piden una matrícula y la primera mensualidad por adelantado. Sin embargo, los grandes centros de enseñanza privada piden abonar el curso por completo y por adelantado, al contado o financiado a través de un préstamo por entidad bancaria.

EXIGIR DOCUMENTACION

Por todo ello es muy conveniente concretar las condiciones de clases teóricas, prácticas, duración del curso y horarios, así como la documentación que acredite el reconocimiento de la titulación por algún organismo oficial.

De otro lado, si el contrato que ofrece la academia tiene alguna vinculación a un crédito, hay que recordar que el consumidor no está obligado a aceptar esa vinculación y puede solicitar el préstamo en la entidad que desee. En este caso hay que demandar toda la información sobre plazo, tipo de interés, comisiones... En este aspecto hay que informarse muy bien, pues mucha gente no sabe que ha contratado un crédicto con un banco.

Es vital conservar la publicidad del curso para exigir que se cumpla todo lo que aparece en ella, así como todo lo relacionado con la documentación del contrato.

Sólo por incumplimiento de lo publicitado puede anularse el contrato con la academia, quien en ese caso debería hacerse cargo de los gastos de la cancelación del préstamo.

Finalmente, quienes quieran hacer un curso por correspondencia tienen que tener muy claro que en el contrato debe aparecer el precio total del curso, gastros de envío, forma de pago y entrega. Cuando se recibe hay siete días para renunciar, sin gasto alguno.

En definitiva, hay excelentes centros de formación privada pero antes de matricularse hay que leer con detenimiento las condiciones que nos proponen para evitarnos sorpresas.