La Asociación para la Defensa de la Carrera Académica del Profesorado de la Universidad de Extremadura (ADECAUEX) acusó la semana pasada al equipo rectoral de "mercantilizar" esta institución académica y pidió la dimisión o la destitución de la vicerrectora de Calidad y Formación Continua, María José Martín.

La polémica entre este colectivo, que cuenta con un centenar de miembros, y el equipo rectoral se hizo pública el 27 de enero, día antes de la celebración de Santo Tomás de Aquino, cuando se presentó la asociación. El origen del conflicto se sitúa en el sistema de evaluación de la labor docente que esta asociación considera que es injusto, según reiteraron la semana los responsables de ADECAUEX en una rueda de prensa en Cáceres. El sistema, a su juicio, no valora la experiencia de profesores que llevan más de 20 años ejerciendo y, sin embargo, tiene más en cuenta, por ejemplo, los cursos y máster que pueda haber realizado un docente que acaba de empezar a trabajar. Esta asociación, presidida por Angel Robina, está formada por unos cien profesores, entre los que destacan tres ex rectores, y en la que también hay ex vicerrectores y ex decanos.

Robina, junto con el vicepresidente, Pedro Rodríguez, y Miguel Angel Aparicio, miembro del colectivo, comparecieron el pasado lunes ante los medios de comunicación para denunciar un sistema que, a su juicio, "atenta contra la dignidad del profesorado". Asimismo, criticaron la tergiversación que se ha hecho de la postura de esta asociación, porque, según Robina, sí se han opuesto al sistema de evaluación de la docencia, pero no al Plan Bolonia. En este sentido, matiza que de lo que están en contra es al plan de adaptación que está llevando a cabo la universidad extremeña para incorporarse al espacio europeo de educación superior.

La asociación, aseguró Angel Robina, propugna una enseñanza de calidad bajo el techo de la libertad académica. Por ello, están en contra de un proceso de evaluación de la docencia que lo que hace, a su juicio, es promover la mercantilización interna de la universidad y hacer perder autonomía a los profesores, cuya promoción dependerá de las personas que ocupen los puestos de dirección.