La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) condenó el pasado jueves el atentado que ese mismo día ETA perpetró en la Universidad de Navarra. La banda terrorista hizo estallar un coche bomba en un aparcamiento de este campus, en Pamplona, en un día lectivo. La onda expansiva causó 22 heridos leves y graves daños materiales, pero pudo ser mucho peor. Un error, deliberado o no, del terrorista que intentó advertir a las fuerzas de seguridad a punto estuvo de provocar una masacre, ya que fue imposible hallar el artefacto y detonó de forma imprevista en medio del campus, por donde pasan cada día miles de personas. El coche bomba fue colocado junto al Edificio Central del recinto universitario, donde trabaja principalmente personal administrativo.

La CRUE se apresuró a publicar un comunicado en el que manifestaba "su apoyo y solidaridad con los heridos, así como con sus familiares, amigos y compañeros, al igual que con todas las víctimas del terrorismo y la violencia".

"La comunidad universitaria cree y defiende firmemente la libertad y la democracia, y se siente especialmente consternada por este ataque terrorista realizado en el seno de la Universidad de Navarra". Además, como muestra de solidaridad y rechazo ante este acto criminal, y en defensa de la justicia y la convivencia, la CRUE animó a las universidades a mantener un minuto de silencio.

La Universidad de Navarra, institución privada perteneciente al Opus Dei, es un objetivo recurrente de los etarras y ya había sido víctima de otros cinco atentados. En el 2002 un comando terrorista colocó un coche bomba casi en el mismo sitio. En 1980 llegaron a colorar 20 artefactos en un sótano, aunque solo estallaron cuatro.