Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desarrolló un plástico para uso alimentario, autodegradable y germicida. Según indicaron, el nuevo material, con el que han experimentado para el envasado de alimentos, "podría emplearse en materiales biomédicos" como jeringas, catéteres, sondas, y en el desarrollo de bio-sensores. El material nanocompuesto de óxido-polímero, que emplea la luz como fuente energética, se degrada completamente tras su vida útil.