Gabriel García Márquez hablaba en sus memorias de su "drama personal con la ortografía". Si no es un drama, la relación con la precisión léxica de sus textos y la depuración de erratas tipográficas tampoco es plácida. La edición conmemorativa de ´Cien años de soledad´ incluye 30 pequeñas modificaciones, que son solo una pequeña adición a los miles que sufrió desde su gestación. La comparación entre los varios capítulos que aparecieron anticipadamente en diarios y revistas de Bogotá, Lima, París y México y la primera edición desvelan numerosas correcciones, pero también ajustes de estilo reveladores: de se negara a acostarse con su esposa a rehusara consumar el matrimonio; de masacote a mazacote; de obstruir una herida a cegarla; de lanza vieja a lanza cebada...